jueves, 4 de octubre de 2012

Isla Sur -Nueva Zelanda-


Esta vez voy a arrancar diferente, comunicando mi nueva metodología, ya que entre la muerte de la notebook, el increíble retraso que llevo con la subida de lo que escribo, la falta de voluntad para escribir y la precaria internet del sudeste asiático vengo muy mal con el blog!
Si bien arranque a contar el viaje por la isla sur de Nueva Zelanda de manera más extensa, ahora voy a hacer un post por cada lugar/país y si después da, le meto más detalle y anécdotas pero sin darle bola a la cronología! Dicho esto, retomemos el viaje por la isla sur (de las primeras ciudades no voy a hablar porque ya lo hice en los post anteriores, pero si les dejo un mapita con todos los lugares que conocí de la increíble Nueva Zelanda)
El lunes temprano por la mañana partimos rumbo a Dunedin, pero como todo viaje el destino es solamente una circunstancia, así que disfrutamos de cada lugar ayudados por la gran organización kiwi que señala cada atracción con un cartel marrón en la ruta. El primer punto que paramos fue Moeraki Boulders, una playa con unas rocas casi perfectamente redondas. Seguimos por Tunnel Beach, una playa de grandes acantilados donde hace muchos años un tipo que vivió ahí decidió tallar a mano un túnel que lo lleve hasta abajo del acantilado…tremendo laburo! Finalmente, después de una breve pasada por la península de Otago, llegamos a un “Holiday Park” (lugar donde estacionas y enchufas la van para recargar las baterias, baños, cocina, etc), y donde fundamentalmente tedríamos una de las cosas que mas disfrutamos durante el viaje, una duchita caliente!!!


 En la mañana siguiente nos dedicamos a recorrer la ciudad de Dunedin y a visitar la fábrica de Cadbury, la cual no da para hablar mucho más…Willy Wonka una decepción!! Continuamos cruzando desde la costa este hacia la oeste, parando por la noche en un camping en el medio de la nada en Te Anau después de haber pasado por Mirror Lake...solo miren la foto!!


Durante estos días recorrimos una de las rutas más espectaculares de Nueva Zelanda. Hubo muchos lugares que me hicieron acordar a la Patagonia, hay muchas similitudes en los paisajes pero con dos diferencias claras: la magnitud de los paisajes del sur Argentino son significativamente más grandes (parece ser una copia a escala), y lo otro que nos recuerda el lugar en donde estamos es el estado de las rutas, los parques nacionales, y todo lo referido a la infraestructura para el turista (además de los recursos y la organización, lógicamente también ayuda el tamaño). En fin, dormir a 5 metros de la orilla de un lago en el medio de la nada, o despertarse, pasar la mano por el vidrio para poder ver y encontrarse con una imponente montaña nevada son cosas que instantáneamente te dibujan una sonrisa en la cara y te dan energía sin importar el frió que haga.


Como frutilla del postre de este mágico rincón, hicimos un paseo en barco por Milford Sound, uno de las grandes atracciones de la Isla. Nuevamente recorriendo rutas soñadas al ritmo de un reggae neozelandés nos fuimos rumbo a Queenstown, una mezcla de Bariloche y La Angostura, donde llegamos justo cuando el sol nos despedía en el horizonte.


Con la llegada de un nuevo fin de semana, volvió el turno de “la familia” (quienes se hicieron más de 1000 km  por el finde, genios!), los pasteles de papa comunitarios, algún vinito y otra salidona. El lugar ideal, la compañía siempre es la mejor y se siguen sumando, temporada alta y….que más se puede pedir?? Snowboard gratis para recuperarse de la resaca? Noooo, es demasiado! Con esa promesa, nos fuimos a Coronnet Peak, donde un nuevo amigo me presto todo el equipo y me dio un par de tips, y si bien comi nieve como loco, lo disfrute a pleno!!

Agradecidos a Dios por un nuevo fin de semana “extremo”, como dirían los uruguayos, seguimos la recorrida civilizada…je. Para no sonar repetitivo con la espectacularidad de los paisajes solo les dejo los nombres de los lugares: Crownwell, Wanaka, Haast, Ship Creek, Knights Point. Cuando parece que ya viste demasiado, algún nuevo atardecer de cuadro te sorprende.
Ya pasado el punto medio de la costa oeste, era la hora del otro gran atractivo de la isla, los glaciares de Fox y Franz Joseph. Y acá voy a dejar de lado las palabras de elogio, no se si es porque uno tiene la idea de que un glaciar es el Perito Moreno (aunque aún no fui), o si me hablaron tanto de estos lugares que tenia la expectativa muy alta, pero….no me sorprendieron para nada. El Fox está bien, razonable….pero el Franz Joseph, que me perdonen los neozelandeses pero si vuelvo a estar por ahí ni voy.


Los últimos tres días de viaje fueron pegando la vuelta en el extremo norte de la isla, pasando por los siguientes lugares: Motueka, Tekaka, Nelson, Marfells Beach, Abel Tasman National Park. Lugares muy lindos de la “golden bay”, pero que lamentablemente no pudimos disfrutar en todo su potencial ya que son sitios ideales para ir en verano. Finalmente pasamos por la mini Peninsula de Valdez (Kaikoura), donde si bien no pudimos ver ballenas, vimos infinidad de focas y lobos marinos. El último punto fue Hanmer Springs, donde nos despertamos con todo congelado luego de una helada noche.
Para cerrar un viaje perfecto de 3300 km, llegamos al punto de salida (Amberley - Christchurch) donde nos reencontramos con “la familia” y después de improvisar una parrilla con una reja, armamos tremendo azadazo!!! Se le puede pedir algo más a la vida??

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